Desde hace varios días tengo la sensación de no querer seguir escribiendo más en el blog. De no seguir inventando historias, y de no seguir plasmando algunos de mis sentimientos más visibles aquí. Alejarme de todo este mundillo que tantas alegrías y penas me ha dado en todo este tiempo. Y es que, mi inspiración tiene un límite. Tengo la sensación de que todas las cosas que quise decir, ya están dichas; y no quedan más por decir. Y es que siempre pensaba que lo que tenía que decir, o pensar, era infinito. Y por eso nunca me aterró la idea de dejar de publicar aquí. Pero últimamente siento que no tengo ganas de decir más nada. Dejar que todo siga su curso y que las palabras se formen solas en el aire, y no en papel.
Cada día entro a blogger, y miro las entradas nuevas que vais publicando día a día. Y sigo mirándolas esperando que alguien mencione algo que me haga estremecer en este sillón; y que me empuje a salir a la calle con una sonrisa. Pero las mismas palabras que pueden causarme esa sensación de vuelo, pueden propiciar también una situación de angustia, y decepción. Entonces, ¿qué?
La Reina de Cristal (1.era parte)
Soñado por M a las 23:51 0 comentarios11.10.2011
La historia que voy a contar trata, como no, de unos enamorados. No será la típica historia fácil, por supuesto que no, ¿qué emoción tendría? Como en el amor, la historia es de lo más complicada, y rozará la locura. Una locura que llega a estar enferma, y a ser centro. Centro del ser. Ser tan centro que abarca extremos. Procedo, sin más, a narrárosla tal y como salió de mí.

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