La misma ansiedad que tiempo atrás me condenó a malvivir vuelve amplificada por mil. Una ansiedad que antiguamente era abstracta, ahora se personifica ante mí. Y esta vez no diré que no estoy triste, porque sí, lo estoy. Perderlo todo... nunca lo tuve, pero lo sentí nuestro. Nuestra historia, con principio, pero sin final.. Una historia que nunca tuvo principio, y por lo tanto, tampoco tendrá final.. Pero yo sentí ese principio. Un principio que me atrapó desde el segundo uno, hasta esta misma mañana. Como ningún otro principio me atrapó.
Desde hace días tenía la sensación de que iba a pasar algo pronto, algo malo. Y aunque no ha pasado nada (fuera de lo habitual), yo siento como si ese "algo malo" hubiese sucedido. La puerta se cierra ante mí, y no puedo hacer nada para abrirla. Bombardearé, apredearé y golpearé con mis propias manos esa puerta, hasta que consiga abrirla. Estaría dispuesto a morir por ella.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario