Todos amamos nuestra tranquilidad. Que todo permanezca en un orden, y que nada altere nuestro entorno, para no desequilibrarnos. Tememos estar en esa cuerda floja, donde podemos caer en cualquier momento; y alcanzamos un nivel en el que desconocemos la altura a la que nos encontramos. Tan solo sabemos eso, que estamos en esa cuerda perpetua. Cualquier nueva adversidad adoptará la forma etérea de aire para derribarnos cual mazo de naipes en pirámide.
Y es que si nos dieran la opción, más de uno elegiría firmar un contrato donde quedara registrado en las condiciones nuestra Paz durante un determinado. Un espacio de tiempo comprendido en el que no suceda nada; ni bueno, ni malo. Tan acostumbrados a los palos que firmaríamos nuestra propia rutina con tal de no sufrir más, pues poco es el bien que vimos. Y entonces te tienden ese papel. Ese contrato de monotonía y normalidad que tan algunas veces ansías. Pero, no pienses que todo acabó al poner tus iniciales. No. ¿Acaso leíste la letra pequeña?
El puerto
Soñado por M a las 22:11 0 comentarios9.19.2011
- Shepard, Billy Shepard.
Esas son mis últimas palabras hasta que el tipo que fingía ser mi socio me introducía violentamente en la parte trasera del coche. Mi amigo, Artie, entró tranquilamente y sin ayuda de nadie por la otra puerta. Finge estar tranquilo, cuando se le pueden escuchar los latidos desde la otra calle. Y es en el momento en el que mis pies pisan firmemente la moqueta grasienta cuando pienso en las últimas tardes en el piso de Artie.
Esas son mis últimas palabras hasta que el tipo que fingía ser mi socio me introducía violentamente en la parte trasera del coche. Mi amigo, Artie, entró tranquilamente y sin ayuda de nadie por la otra puerta. Finge estar tranquilo, cuando se le pueden escuchar los latidos desde la otra calle. Y es en el momento en el que mis pies pisan firmemente la moqueta grasienta cuando pienso en las últimas tardes en el piso de Artie.
Guiños
Soñado por M a las 23:40 0 comentarios9.14.2011
Y es que ahora todo gira en torno a lo mismo. Época en la que soy el único, y ahora, cuando me opongo a mí mismo, e incluso me contradigo, todos se ponen de acuerdo.
"Una de las lecciones más tristes de la historia es ésta: si se está sometido a un engaño demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que es un engaño. Encontrar la verdad deja de interesarnos. El engaño nos ha engullido.
Crees en el destino. En cosas que están porque tienen que estar. Cosas que una vez te acercaron, pero ahora intentan alejarte. ¿Por qué? Creo en esas cosas que son originadas por el azar. Y no digo que sea "casualidad", si no que es así, porque así está destinado.
Puedo hacerme una pequeña idea de la señal que me intentas dar. Pero no. Como dice el tipo de allí arriba, "el engaño nos ha engullido". Prefiero vivir engañado. Ser un bobo más que observa mientras su baba se desliza por la comisura de los labios. Caminar por la calle y taparme los ojos ante cualquier adversidad. Hincar mis rodillas sobre mi pecho cuando pienso que algo va mal, e intentar volver a mí. Ir a la tienda más cercana, comprar fuertes correas de cuero y envolver el corazón con ellas.
Escribo a pesar de saber que esto destruye una parte de mí, y alimenta otra. La parte destruida, me aleja de mí; y la alimentada se hace más fuerte, alejándome a su vez de ti. Y es por eso que temo este texto, mis palabras escritas originadas por esos pensamientos destructores. Cambiar el punto de vista de una persona es algo que he deseado hacer desde siempre. Hacer ver el mundo con otros ojos, pensar de manera distinta. A veces tienes que decir: "Sí, es así, lo has conseguido, ahora céntrate en tu recompensa. Es tuya, y el Mundo de fuera no te merece, vales más." Y otras veces debes decir: "La vida es corta. Lucharás por tus futuros fracasos. Intentarás amar a pesar de no ser amado. Y morirás solo, pensando en una persona que con suerte recuerda tus iniciales." Y da gracias.
¿Y ahora vas a llorar? ¿Qué piensas? ¿Qué esas lágrimas harán que el engaño pasado vuelva a florecer para volver a vivir en tu falsa realidad? Está bien. Llora hoy, y olvida tus lágrimas mañana. Porque, nuevamente, lo has conseguido.
*Donoso, gracias.
"Una de las lecciones más tristes de la historia es ésta: si se está sometido a un engaño demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que es un engaño. Encontrar la verdad deja de interesarnos. El engaño nos ha engullido.
Simplemente, es demasiado doloroso reconocer, incluso ante nosotros mismos, que hemos caído en el engaño. En cuanto se da poder a un charlatán sobre uno mismo, casi nunca se puede recuperar."
- Carl Sagan, fragmento de El Mundo y Sus Demonios.
Puedo hacerme una pequeña idea de la señal que me intentas dar. Pero no. Como dice el tipo de allí arriba, "el engaño nos ha engullido". Prefiero vivir engañado. Ser un bobo más que observa mientras su baba se desliza por la comisura de los labios. Caminar por la calle y taparme los ojos ante cualquier adversidad. Hincar mis rodillas sobre mi pecho cuando pienso que algo va mal, e intentar volver a mí. Ir a la tienda más cercana, comprar fuertes correas de cuero y envolver el corazón con ellas.
Escribo a pesar de saber que esto destruye una parte de mí, y alimenta otra. La parte destruida, me aleja de mí; y la alimentada se hace más fuerte, alejándome a su vez de ti. Y es por eso que temo este texto, mis palabras escritas originadas por esos pensamientos destructores. Cambiar el punto de vista de una persona es algo que he deseado hacer desde siempre. Hacer ver el mundo con otros ojos, pensar de manera distinta. A veces tienes que decir: "Sí, es así, lo has conseguido, ahora céntrate en tu recompensa. Es tuya, y el Mundo de fuera no te merece, vales más." Y otras veces debes decir: "La vida es corta. Lucharás por tus futuros fracasos. Intentarás amar a pesar de no ser amado. Y morirás solo, pensando en una persona que con suerte recuerda tus iniciales." Y da gracias.
¿Y ahora vas a llorar? ¿Qué piensas? ¿Qué esas lágrimas harán que el engaño pasado vuelva a florecer para volver a vivir en tu falsa realidad? Está bien. Llora hoy, y olvida tus lágrimas mañana. Porque, nuevamente, lo has conseguido.
*Donoso, gracias.
La estación
Soñado por M a las 0:38 1 comentarios9.09.2011
[...] Permanecen en el recinto de la casa del amigo, donde está la piscina y los niños aún aprovechan sus últimos días de verano entre zambullidas. La noche fue larga, pero dejó paso al mejor día. No caminan por el lado de portales; no, no quieren ser vistos; sino por la zona reservada para coches. Caminan por la carretera trasera. Entonces él la abraza, y ella también, y comienzan a besar el momento. No creyó que volvería a probar aquellos labios. Pensaba que aquella vez fue cosa del pasado, un espejismo en sus vidas. Y allí estaba de nuevo, a centímetros. Mientras, observaba su sonrisa entre cada beso y aquellos cerrados párpados que tan ansiaban vivir el momento. Pero.. bueno, tan solo se trata de un sueño.
7:23AM
El sonido del despertador resuena en su cabeza. Manecillas aún vibrantes le alejan de aquella carretera, y de aquellos labios. Por un momento siente nostalgia. Lamenta soñar si no puede quedar atrapado en sueños. Simula que ella son sus frías sábanas, y entrelaza su cuerpo con ese frío.
Pero no. Debe levantarse ya. Se incorpora en su cama, y desde su nueva posición observa sus pies rozando el helado suelo. Un suelo que le recuerda que es diciembre. Acaba su fase de trance en el camino hacia la cocina. Sale del dormitorio de aquel piso alquilado, y deja atrás su cama, aún sin hacer. La única conexión hacia otro mundo, quizás, soñado. Prepara un poco de café, como es costumbre y mientras revisa sus pensamientos. El tren sale a las ocho.
7:30AM
De nuevo, entra en su dormitorio. Observa la maleta gris colocada estratégicamente contra la pared. En perfecto equilibrio permaneció durante toda la noche. Ella no se derrumbaría, en cambio, el equilibrio de él no era tan perfecto. Pero quizás encuentre estabilidad pronto. Coge los habituales vaqueros que descansan sobre el respaldo de la silla. Seguidos de éstos, está su habitual camiseta blanca. Coge una sudadera más cálida del pomo de su puerta. Termina de vestirse y firma su atuendo con unas gastadas converse negras.
7:46AM
El iluminado botón de disponible dio lugar al de ocupado al presionar el mecanismo de llamada. Apoya nuevamente su maleta gris contra la pared del rellano. "Pesa demasiado. Lógico. Llevo una vida en una maleta." Recuerda los últimos días vividos. Las despedidas con los amigos, y familiares. Lamentablemente, no pudo despedirse de ella. No se encuentra en la ciudad, y volvería al día siguiente. Cuando él ya no estaría. La luz del ascensor ya es visible a través del translúcido cristal. Un poderoso estruendo provoca el eco entre las plantas del edificio. Observa, aterrado, detrás de él. La maleta se ha caído.
7:55AM
Saca el tícket de ida. Recoge los céntimos que la máquina escupió, y se dirige al andén. Los pensamientos del rellano se amplifican. E intenta recordar todo con exactitud. Todo lo que ha vivido en aquella ciudad. Aquellas calles que atravesó, de día y de noche, solo y acompañado. Aquellos parques que jamás volvería ver rebosar de felicidad. Aquellos árboles que lucían cada día de manera de distinta. El olor que provoca la acelerada multitud. El olor de los sueños. También imagina la cantidad de personas que habrían abandonado aquella ciudad al igual que él. Con una maleta, y un futuro incierto. Él tan solo es uno más.
8:00AM
Ya está sentado en el que será su compañero durante las próximas seis horas. Junto a la ventanilla, mira con nostalgia lo que son los últimos metros de lo que es su vida. Sus parpados parecen cansarse, y comienza a entrecerrar los ojos. Personas continúan entrando en su vagón y sentándose cerca de él. Murmuran y ríen. Esas risas nerviosas de la temprana mañana, en las que te ríes por no llorar. Sus ojos alcanzan a ver al último joven que entra al vagón cuando por fin se cierran. La misma oscuridad que encuentra en su cama, la tiene en aquel asiento. Al perder visión, no amplifica el sentido auditivo, al contrario, se sume en el silencio. El tren cierra sus puertas. Su futuro ya está decidido, pero él, no lo sabe. Duerme. Y entre esa oscuridad, comienzan a subyacer imágenes. Mira sus pies. Converse negras pisan una carretera. Entonces mira al frente. "Hola de nuevo", sonríe ella.
Palíndromo
Soñado por M a las 23:11 0 comentarios9.04.2011
Somos dos; y somos uno. Somos el anhelo, la añoranza de un futuro mejor. Somos la paz, la tranquilidad. Somos lo que amamos. Somos nuestros impedimentos. Soy el tiempo, y tú esa distancia. Somos nuestros textos y palabras. Somos nuestras historias. Somos nuestras menciones e indirectas en blog's. Somos los protagonistas. Los secundarios, la trama y el reparto. Eres la música, y yo soy los créditos que invierten la gravedad. Somos ese deseo de volver a vernos. Somos los silencios. Somos los susurros a centímetros. Somos esas aspiraciones de oxígeno que expulsa el otro. Somos ese momento en que acaba la película, y pasan los minutos y piensas "no...". Somos esas manos. Esos brazos y ese vello que se erizado. Esos latidos bombeando en el mismo sentido. Somos la envidia y el deseo. Somos lo prohibido. Somos esa historia que miles de escritores se mueren por contar. Somos ese cuento vivido. Esa historia que jamás creerán que sucedió. Somos inmortales. Somos esas almas que se escaparon para estar juntas. Y lo consiguieron. Somos esas almas buscadas por Dioses para devolvernos a lo común. Somos lo que salió del margen de mi libreta. Somos mis sueños hechos realidad. Somos tus pensamientos jamás imaginados. Somos un sentimiento, y los somos todos. Pero, ante todo, somos infinitos. ∞
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