Me cuesta creer que algún día todas estas palabras caerán en el olvido. Jamás serán leídas por nadie, y jamás volverán a ser escritas. Los blog’s serán cerrados, las libretas desahuciadas y los bolígrafos pisoteados. Moriré, y junto a mí morirán cientos de palabras que formarían algunos textos de vital sentido para mi existencia. Cada palabra fue un sentimiento en este mundo de papel. Y es que tan solo lee esto apenas una persona, más los que curioseen esta libreta. Pero siento que es todo lo que necesito para sentirme lleno.
Y es que son días raros en nuestras vidas. Tú estás por estar, y yo estoy loco por verte cada segundo que pasa. Anhelo tu presencia, tus miradas, tus caricias, tu olor y nuestros roces. Quiero que cada día atravieses esa puerta que me separa del Mundo, y te sientes junto a mí, apoyando tu cabeza sobre mi delgado hombro. Que pasemos todas las tardes juntos sin importarnos lo rápido o lo lento que pase el tiempo. Que luchemos contra viento y marea... pero siempre juntos. Venceremos al tiempo que tanto se nos ha escapado. Pero nunca más.
No pido más que no te alejes de mí, y que te dejes llevar. No hay más impedimentos que los que tú te marques. Eres mi musa, y necesito alimentarte de palabras. Es lo que quiero, y es lo que necesitas. Déjame seguir escribiendo cada hermoso verso de mi puño para ti. Recíbelo, y guárdalo en tu corazón. Porque ahora es tuyo. No; nuestro. Dos corazones con un latir. Un mismo tic tac que perdió la cuenta de cada latido
malgastado.
Late para mí, y te alimentaré de mis palabras.
0 comentarios:
Publicar un comentario